Ana Oliva narra la apasionante vida de «un millonario transgresor», Aitor Zárate, en su libro «En ruta con Aitor Zárate. El juego del dinero contado por un millonario transgresor«.
10 cualidades de Aitor que destacan los que le conocen
1. Tenacidad
Su hermano Chechu insiste en la tenacidad que ya mostraba aquel adolescente que pasaba horas y horas practicando. «Por eso llegó donde llegó», sostiene.
En 1987 decidió hacer una diplomatura sobre Comercio Exterior y Finanzas. Aunque no tenía los requisitos mínimos que la diplomatura exigía, Aitor no estaba dispuesto a tirar la toalla sin antes haber hablado con el director.
– ¿Por qué no lo voy a poder hacer? – le dijo.
Tras convencerle de que tenía conocimientos y mérito suficiente para optar a estos estudios, el director lo aceptó.
2. Inconformismo. Atrevimiento
Según su primer entrenador, Txema Capetillo, existen jugadores que hacen lo que se les pide, y otros que tienen más recursos. Aitor era de los segundos. «Si se salía de lo establecido, era porque tenía más capacidad y lo resolvía bien, que al final es de lo que se trataba», reconocía Txema.
3. Seguridad
No le temblaba la mano a la hora de jugarse los tiros decisivos. esa seguridad sorprendía incluso a sus amigos. Raúl, que coincidió con Aitor en la categoría infantil y juvenil, afirma que «la seguridad que tiene ahora hablando ya la tenía entonces para todo, para jugar, para tomar decisiones».
4. Imaginación. Creatividad
«Tenía mucha imaginación y decía y hacía cosas que los demás ni se planteaban. Como entrenador – agrega Txema – das al jugador un medio de apoyo para que desarrolle su conocimiento y su capacidad. Hay jugadores que desarrollan poco. Y Aitor tenía capacidades que desbordaban a los demás, que combinaba con momentos de gran creatividad a la hora de solucionar situaciones que se viven en un partido y que no siempre son previsibles».
5. Carisma
Aitor no iba de estrella, pero era evidente que su carisma sobresalía entre sus compañeros. Como detalla Xavier, «Aitor era muy bueno y todos sabíamos que era así. Él aceptaba la responsabilidad de meter la canasta en el último minuto, cuando te jugabas el partido, pero nunca iba de líder prepotente. Sabía asumir ese liderazgo a nivel deportivo».
6. Madurez
Txema, su entrenador, recuerda especialmente una conversación de más de una hora que mantuvieron en el interior del coche que conducía por entonces, un Seat 850. «Me dejó bastante intrigado porque aquella conversación no era normal en su edad. Se planteaba cosas como dejar de jugar y enfocarse más en los estudios. Se mostraba como insatisfecho, hacía reflexiones propias de alguien con más edad, no de una persona con dieciséis años.»
7. Superación. Resiliencia
Aitor Zárate tuvo un accidente de coche en 1992 que casi acaba con su carrera deportiva. «Me destrocé literalmente el brazo. Las radiografías eran terribles. Un día me harté y las tiré». Le operó Alfonso del Corral, que le auguró una larga recuperación. Si las cosas iban bien podía contar con estar 6 meses escayolado y otros 6 meses de recuperación. En caso contrario, no se recuperaría y no podría volver a jugar.
En 2 meses, «milagrosamente» el hueso había pegado. Del Corral le recomendó un fisioterapeuta, Pedro Chueca que le hizo pasar un calvario, pero que le permitió recuperarse en 6 meses en total, en lugar de los 12 meses previstos.
«Lo logré. Si quería tener una posibilidad de recuperar el brazo tenía que hacer lo que él (Chueca) dijera. Tenía que confiar en alguien. Luego me acordaba de la gente que había visto romperse los ligamentos de rodilla cuando yo estaba bien y pensaba que no sería capaz de salir adelante con ese tipo de lesiones. Pude con ella, pasé todo ese sufrimiento y me demostré que el ser humano puede conseguirlo todo. Mi intuición me estaba guiando, aunque en aquella época no sabía nada sobre el poder de la mente.»
8. Firmeza. Valentía
Aitor se recuperó de la lesión, y fichó por otro equipo, el Granada, pero pasó por momentos de agobio y nervios hasta que todos los flecos estuvieron resueltos y el contrato firmado.
En Sierra Nevada el presidente se reunió con todos los jugadores, uno por uno, para tratar sobre sus compromisos. Aitor temió lo peor porque en el contrato faltaba la firma del máximo directivo. A todo esto, era muy consciente de que su brazo no estaba al 100%.
– Verás, Aitor, no nos podemos arriesgar. Tendríamos que modificar el contrato – le manifestó el presidente.
– Mira, tú has pactado conmigo estas condiciones. Si quieres me dices ahora mismo que me vaya, cojo mi maleta y me voy a Vitoria. Ahora, aquí no ponemos ni una cláusula ni una coma. Si me voy a Vitoria, ya puedes moverte para conseguir un base de mi calidad.
– No te preocupes, lo vamos a firmar, eso seguro, pero deberíamos poner una cláusula relativa a si el brazo no llega a estar bien.
– He venido aquí, he buscado piso, me han hecho el reconocimiento. Tú mismo – le dijo Aitor mientras se levantaba para subir a la habitación.
El contrato se firmó, pero Aitor demostró una vez más no tener miedo y echarle arrestos donde otros hubieran sucumbido. «Me levanté y me fui a la habitación acojonado. Porque dice que me vaya y me mata. Yo no estuve bien hasta diciembre y luego jugué el resto de la temporada a muy buen nivel.»
9. Independencia de criterio
Aitor pasaba las horas muertas en los viajes y en las concentraciones con lecturas del mundo económico. Algunos entrenadores le achacaban, por ello, estar descentrado. «Iba con el Expansión a los entrenamientos e incluso hacía inversiones por teléfono», afirma Aitor.
Él mismo era consciente de esa aparente ausencia: «Iba a mi bola. Nunca me ha gustado que me manden, nunca me ha gustado que me pongan normas y menos de una persona que sabe menos que yo. No lo soporto.»
Le gusta definirse como «un tío brillante y revolucionario que no entraba fácilmente en los esquemas porque sí.»
Aitor no se callaba nada, así que los problemas estaban servidos. Si consideraba que lo que decía era correcto, no transigía, le daba igual ser titular que suplente.
– Mira, estás equivocado, tío. Esto no puede ser así. Hay que hacer esta jugada – replicaba al técnico.
– Tú cállate, aquí mando yo. Aitor, al banquillo – solía ser la consecuencia final.
Posiblemente esa fue la causa de que Aitor no llegara a triunfar en el mundo del baloncesto tanto como su calidad y condiciones presagiaban. Nunca llegó a ser internacional con la selección española absoluta.
10. Poder de convicción
Cuando creó Sport Gestión, su estrategia pasaba por estar en muchos equipos y lograr captar la representación del mayor número de jugadores.
«Siempre he tenido poder de convicción. Los jugadores veían que sabía de lo que hablaba, luego venía mi socio y acababan de firmar».
Se ocupaba de las tres materias delicadas para los jugadores: la negociación del contrato, los impuestos y las inversiones.
Biografía de Aitor Zárate
Los hechos más relevantes de su vida, según el libro, son:
- Nació el 9 de enero de 1966, en Vitoria. Su nombre completo es Aitor González de Zárate.
- Sexto de siete hermanos, 5 chicos y 2 chicas.
- Su padré José era ebanista y regentó una tienda de muebles, Muebles Zárate.
- Su infancia la pasó en un barrio de chalets adosados, en la Avenida de Nuestra Señora de Estibaliz.
- Estudió hasta los 18 años en la ikastola Olabide, la primera ikastola de Vitoria.
- Fue un chico travieso e hiperactivo.
- En diciembre de 1976 falleció el padre de Aitor de un infarto. Aitor tenía once años, y pasó de ser un chico travieso a ser un adolescente rebelde, que acabó refugiándose en el baloncesto. La muerte de su padre modeló su carácter y aprendió a decir «no me interesa, no lo hago», y a que «lo importante en la vida no es lo que pasa, sino cómo te tomas lo que pasa».
- A los trece años comenzó su carrera deportiva empezando a jugar en el Ugatzi, el equipo escolar infantil. Por entonces, en el Colegio San Viator de Vitoria, empezaba a destacar Pablo Laso.
- Empezó a sobresalir en Euskadi, a nivel nacional y también europeo, llegando a ser elegido el segundo mejor jugador juvenil de Europa en el Eurobasket juvenil de Tübingen de 1983, en el que España ganó la medalla de plata, con Aitor Zárate y Juan Antonio Orenga titulares todo el campeonato.
- El 21 de abril de 1981 asiste a su primer concierto de Bruce Springsteen en Castelldefels, convirtiéndose desde entonces en fanático del «Boss».
- Debutó en la Liga ACB con el Caja de Álava (hoy Taugrés) en la temporada 1983-84, con dieciséis años. En tres años pasó de jugar solo a jugar en la máxima categoría. Estuvo 3 temporadas en el Caja de Álava.
- En 1986 fue traspasado al Cajabilbao, aunque su primera temporada allí la jugó en el Getxo, de Segunda división, al estar el cupo de jugadores cubierto.
- Entre 1987 y 1989 cursó una diplomatura sobre Comercio Exterior y Finanzas.
- Accedió a la Facultad de Económicas, pero la dejó al primer año.
- En 1989 creó Sport Gestión, una empresa de representación de deportistas, pero estando Aitor en la sombra porque a la vez seguía siendo jugador. El que daba la cara era su socio Gorka Arrinda.
- La temporada 1989-90 la jugó en el Caja San Fernando, mientras hacía el servicio militar.
- En 1990-91 volvió al Cajabilbao, donde no llegó a triunfar del todo.
- La temporada 1991-92 la jugó en el Coren Orense, con el mejor contrato profesional que tuvo, 25 millones de pesetas.
- En 1992 tuvo un accidente de coche que le destrozó el brazo. Se recuperó en 6 meses, en lugar de en los 12 previstos.
- La temporada 1992-93 la jugó en el Granada, y la 1993-94 en el CAI Zaragoza, retirándose a continuación del baloncesto profesional.
- En 11 años de baloncesto activo jugó 202 partidos, compitió más de 4.000 minutos, anotó 1.522 puntos y ofreció 349 asistencias.
- En 1994, a los 28 años, Aitor Zárate decide, sin previo aviso, abandonar el baloncesto profesional y la alta competición, dedicándose de lleno a su empresa Sport Gestión.
- En septiembre de 1995 abandona Sport Gestión, dado que Aitor quería ampliar el negocio y Gorka Arrinda no estaba de acuerdo.
- En 1995-96, cursa un Master de Fiscalidad Internacional en Madrid en el CEF.
- En 1996 crea FH Consulting, dedicada a la creación de estructuras fiscales para ahorrar en el pago de impuestos.
- En 1997, a través de su hermano Peio, descubrió los futuros financieros, y empieza a operar intradía en el Mini SP 500. En 2 años perdió más de 180.000 euros.
- En 1998 fusiona FH Consulting con una empresa de representación de deportistas de Valladolid, creando Prisma Consulting.
- Contrae matrimonio pero se separa a los pocos meses, en 1999.
- En diciembre de 1999, se encuentra en su punto más bajo, habiendo fracasado su matrimonio, las inversiones en los futuros y habiéndole decepcionado sus socios en Prisma. Es entonces cuando compra en una relojería de Vitoria un Rolex GMT Master II, con bisel rojo y azul, grabanod la inscripción «Kostolany 1000/2010», es decir su objetivo de, siguiendo las enseñanzas de trading de André Kostolany, ganar 1.000 millones de pesetas (6 millones de euros) antes del 31 de diciembre de 2010.
- Se dedica de lleno al trading, rectificando errores pasados, y en un año convierte su capital inicial de 90.000 euros en 400.000.
- A finales de 2005, cuando le quedan 500.000 euros para llegar al objetivo de 6 millones de euros, decide que ya es suficiente. Ya era millonario, y se compra su soñado Porsche 911 Carrera 4. Por aquel entonces vive en San Juan de Luz.
- Conoce personalmente a Mario Conde, en la casa de éste en la calle Triana de Madrid, manteniendo una larga e interesante conversación sobre Banesto, la política, la sociedad, las materias primas, el paro, las pensiones, los futuros, etc.
- En 2005 crea FH Inversiones, con tres hermanos y un amigo, dedicada a gestionar capitales en el mercado del Futuro del SP500 de Chicago, y a impartir cursos en tiempo real como el Campus Master.
- En 2005 publica «La trampa del oso» que autoeditó el mismo, donde cuenta la historia novelada de la traición de sus socios en Prisma Consulting.
- En octubre de 2006 publica «Cambio de vida. Cómo me hice rico», donde narra cómo se hizo millonario operando en los mercados financieros.
- En 2007 conoce a su actual pareja Roser.
- En 2007 publica «Mueve tu dinero y hazte rico». Aitor parte de la premisa de que todos podemos aumentar nuestro capital, aunque, eso sí, exige una transformación radical de la mente del individuo. A lo largo del libro, Aitor Zárate nos da las claves y el conocimiento necesario para saber cómo mover nuestro dinero, dónde invertir, cómo hacer nuestro plan de inversiones, etc.
- En 2008 publica «El factor K», en donde explica como desaparecer fiscalmente y pagar los menos impuestos posibles.
- En 2009 publica «Espabila y gana dinero con la crisis». Para Aitor Zárate, los momentos de crisis son los mejores para ganar dinero. En primer lugar, queriendo. Después, disponiéndonos a aprender, a resetear las mentes, a mentalizarnos de que el éxito es posible. Para ayudarnos a conseguirlo, se describen los pasos que hay que dar para llegar al mundo de los ricos. Un libro para saber qué hacer y cómo ante la crisis, aconsejándonos sobre cómo sacar partido a nuestros ahorros y dónde invertir, cómo conseguir la independencia financiera, salvaguardar el patrimonio, pagar menos impuestos y en última instancia, ser más feliz.
- En 2010 crea el curso «No surrender», un curso limitado a cuatro alumnos en su propia casa y de cinco días de duración, que se celebra en su nueva casa del Ampurdán.
- En 2010 crea su propia editorial El Factor K.
- En 2011 organiza el Campus del Millón de Dólares, en el que Aitor pone de su bolsillo esa cantidad para que los alumnos operen con las reglas aprendidas en el curso. Las pérdidas, si las hay, las asume Aitor, y si hay beneficios los alumnos se llevan un porcentaje.
- En febrero de 2012 publica «La simplicidad del primer millón», en el que nos propone ganar nuestro «Primer Millón» y nos muestra tanto las claves para conseguirlo, como soluciones para no caer en las trampas del sistema.
- Desde 2005 Aitor y su equipo han formado a 4.500 alumnos.
- Sus planes de futuro incluyen crear una especie de Hedge Fund, «KHedge Fund» para dar acceso a cualquiera a la posibilidad de ganar dinero en los mercados, así como crear una ONG.
La autora del libro
Fuente: Ana Oliva – En ruta con Aitor Zárate.