Robert Kiyosaki en su libro «Retírate joven, retírate rico. Cómo hacerte rico rápido y para siempre», explica cómo el autor empezó sin nada y se retiró financieramente libre en menos de 10 años.
Kiyosaki nos insta a construir nuestra propia tabla de lo que amamos y odiamos en relación con la riqueza y la libertad. Su tabla es la siguiente:
Te animo a que escribas tu propia tabla amo-odio, y si quieres comentarlo en el blog, tus comentarios serán muy bienvenidos.
Apalancamiento
En el libro se comenta la importancia del apalancamiento, que se puede definir como
la habilidad de hacer más con menos»
y los diferentes tipos de apalancamiento:
- Financiero – Dinero de otras personas (p.ej. deuda «buena» utilizada para comprar activos que producen riqueza), o tiempo de otras personas (contratar empleados o subcontratarlos para hacer un trabajo que rinda un beneficio).
- Salud – Recordemos que las personas no aprecian el valor de su salud hasta que comienzan a perderla. ¿Qué sentido tiene ser rico a costa de estar demasiado enfermo para disfrutarlo?
- Educación – Una persona que se gradúa en la Universidad pero que tiene poca educación financiera estará en desventaja frente a otra que sí tenga educación financiera, tenga o no educación universitaria. Las personas poco educadas financieramente se sumergen de lleno en las deudas «malas» (hipotecas, préstamos personales, etc.), y luego sufren las consecuencias.
- Relaciones – Asóciate con personas que tengan auténticos conocimientos financieros, busca excelentes asesores financieros (los hay), y recuerda que «es casi imposible llegar a ser rico si tu cónyuge no lo desea también».
- Herramientas – Al igual que un fontanero emplea herramientas específicas para hacer mejor y más rápido su trabajo, hoy en día la tecnología nos dota de herramientas para alcanzar la riqueza, que debemos saber emplear (internet, los ordenadores, etc.).
En relación con el apalancamiento la «pregunta del millón» que todos debemos hacernos es:
¿Cómo puedo hacer lo que hago para más gente con menos trabajo y por un mejor precio?
¿Invertir es arriesgado?
Recuerda que:
Lo que tú piensas que es real es tu realidad.
Se dice con frecuencia que invertir es arriesgado. Para ellos la idea es real y como piensan que es real, se convierte en su realidad. La realidad es que invertir no tiene por qué ser más arriesgado que otras decisiones económicas que tomamos como suscribir una hipoteca o un préstamo personal para comprar un coche o para hacer un viaje.
Hace unos años Kiyosaki mantuvo un debate con un reconocido asesor de inversiones en un programa de radio. El reconocido asesor fue invitado para rebatir las ideas del libro «Padre rico, padre pobre». Comenzó diciendo: «Robert Kiyosaki afirma que las personas deberían iniciar su propio negocio si quieren ser ricas. De lo que el señor Kiyosaki no logra darse cuenta es de que la mayoría de las personas no pueden iniciar su propio negocio. Empezar un negocio es demasiado arriesgado. Las estadísticas muestran que nueve de cada diez negocios fracasan en sus cinco primeros años. Por esa razón, las ideas del señor Kiyosaki son arriesgadas. Pregúntele lo que tiene que decir respecto a esos hechos».
El entrevistador de radio, feliz por tener un poco de controversia en su programa, preguntó a Kiyosaki en tono alegre: «Bien, qué es lo que tienes que decir respecto a esos hechos?».
Haciendo una pausa, Kiyosaki respondió: «Ya he visto y escuchado esas estadísticas y por mi experiencia diría que son correctas. He visto fracasar muchos negocios antes de su quinto aniversario». El reconocido asesor con una huella de ira en su voz dijo: «Entonces, ¿cómo puedes recomendar a la gente que empiece su propio negocio?».
Kiyosaki replicó: «Yo no recomiendo a la gente que empiece su propio negocio. Afirmo que todo el mundo debería encargarse de su propio negocio, refiriéndome a su cartera de inversión. Eso no necesariamente implica crear un negocio, aunque un negocio bien llevado es un activo que hace que los ricos sean muy ricos».
«¿Y qué hay del riesgo? ¿Qué piensas sobre los nueve de cada diez negocios que fracasan?», preguntó el reconocido asesor. Kiyosaki respondió: «Aunque nueve de cada diez no lo logran, notad que uno de cada diez sí lo logra. Una vez que me di cuenta de que las probabilidades eran de nueva a diez para lograrlo, supe que necesitaba estar preparado para perder por lo menos nueve veces«.
«¿Estuviste preparado para perder nueve de cada diez veces?», preguntó con tono sarcástico el asesor financiero. «Sí», respondió Kiyosaki. «De hecho, he sido parte de los nueve fracasados dos veces, pero lo logré en mi tercer intento«. «¿Y cómo te sentiste cuando fracasaste?», preguntó el asesor, que era empleado de un banco y no dueño de un negocio. «¿Valió la pena?». Le contestó Kiyosaki: «Me sentí terriblemente la primera vez que fracasé. Fue todavía peor la segunda. Pero sí, para mí valió la pena. De no haber fracasado dos veces, no sería hoy financieramente libre, dieciocho años después. Me costó recuperarme cada vez, pero aunque me sentí mal, estaba preparado mentalmente para seguir adelante diez veces, incluso veinte si era necesario. No quería fracasar tantas veces, pero estaba dispuesto.»
«Suena demasiado arriesgado para mí y es demasiado arriesgado para la mayoría de las personas», dijo el asesor, a lo que replicó Kiyosaki: «Estoy de acuerdo, es especialmente arriesgado si no estás dispuesto a fracasar, o a fracasar por lo menos una vez antes de abandonar. Es todavía peor si piensas que fracasar es malo. Mi padre rico me enseñó a entender que fracasar es parte de ganar. Aunque tuve éxito en el pasado, aún sé que las probabilidades siguen siendo las mismas. Cada vez que empiezo un negocio, sigo siendo consciente de que nueve de cada diez fracasan«.
¿»Por qué dices eso?», preguntó el entrevistador. «Porque siempre necesito permanecer humilde y respetar las probabilidades. He visto a demasiadas personas construir un negocio, ganar mucho dinero, volverse jactanciosos y empezar otro negocio pensando que las probabilidades ahora estaban a su favor. Aunque es posible que las probabilidades hayan mejorado un poco debido a su experiencia y a sus éxitos pasados, todos necesitamos ser lo bastante humildes como para saber que las probabilidades siguen siendo nueve a diez en contra para los negocios que están empezando».
El entrevistador comentó: «Lo que dices tiene sentido. Así que actualmente cuando empiezas un negocio sigues siendo cauteloso. Sigues respetando la probabilidad de éxito de uno a diez». Kiyosaki respondió: «Así es. He tenido muchos amigos que se vuelven arrogantes y ponen el dinero de su último negocio en uno nuevo y luego lo pierden todo. Si quieres tener éxito siempre tienes que respetar las probabilidades sin importar cuánto éxito tuviste en el pasado.»
El asesor dijo: «Sigo pensando que es arriesgado. Tú y tu libro sois peligrosos. La mayoría de las personas no pueden hacer lo que tú haces, no están preparadas para dirigir su propio negocio». «¿Estás de acuerdo?», preguntó el entrevistador.
Kiyosaki contestó: «Hay algo de verdad en esa afirmación. Nuestro sistema escolar entrena a las personas para ser empleadas más que para ser dueñas de sus negocios y por esa razón la mayoría no está preparada para dirigir su propio negocio. Así que yo estaría de acuerdo con nuestro reconocido asesor. No obstante, os recuerdo que hace menos de cien años, la mayoría de las personas eran pequeños negociantes independientes. Muchos de nosotros tenemos parientes que eran granjeros o que tenían negocios pequeños. Todos eran empresarios. La gente hace cien años era lo suficientemente fuerte como para dirigir su propio negocio a pesar de los riesgos. Cuando gente como Henry Ford comenzó a construir grandes fábricas cada vez más personas se convirtieron en empleados. Sin embargo, a pesar de las megaempresas tipo General Electric, los pequeños negocios independientes siguen prosperando y son responsables de casi todo el crecimiento laboral y de una gran parte de los impuestos que se cobran. Así que a pesar de los riesgos, cada vez más personas siguen empezando su propio negocio. Sin ellas, habría mucho más desempleo. Sin esos individuos dispuestos a correr riesgos, seríamos una nación financieramente rezagada. La libre empresa nos da a todos la oportunidad de correr riesgos y crecer. Si esos individuos no corrieran riesgos, nuestra nación no sería tan próspera como lo es actualmente. Las personas que corren riesgos aumentan la prosperidad».
«La entrevista prosiguió durante otros diez minutos. No hubo ni una resolución ni un acuerdo. Era obvio que nuestra realidad era diferente. A medida que la conversación prosiguió sin acuerdo podía escuchar a mi padre rico decir que muchas discusiones en la vida real son ocasionadas por diferencias de realidad«.
Y tú lector, ¿cuál es tu opinión?
Fuente: Robert Kiyosaki – Retírate joven, retírate rico