Zaryn Dentzel (Santa Bárbara, 1983) es un joven norteamericano nacido en California, que sin contactos ni familia en España, sin apenas recursos económicos, y con 3 amigos, en 2006, a los 23 años, fundó Tuenti, la exitosa red socia. Movistar (Telefónica) en 2010 adquirió el 85% de las acciones por unos 72 millones de euros.
En su libro «El futuro lo decides tú», Zaryn Dentzel cuenta su historia y la de Tuenti.
En su apasionante libro, Zaryn Dentzel resume en 10 lecciones lo que ha aprendido de su aventura empresarial, lecciones que resumo a continuación:
- Rodearte de los mejores
- Saber lo que haces bien y lo que no haces bien
- Buscar tu ventaja comparativa
- Aprender siempre
- Priorizar
- Tomar decisiones
- Asumir responsabilidades
- Sobrecomunicar
- Tomar perspectiva
- Todo está por hacer
1. Rodearte de los mejores
Este ha sido uno de los secretos del éxito de Tuenti. Formé un equipo con la gente más hábil, talentosa e inteligente que me había encontrado en mi periplo vital. Los saqué de mi infancia, de mis viajes, de mis años universitarios, de mis estancias en España, de mi trabajo en la ONU, de mi etapa en la red social Essembly…
Escogí a los mejores de cada sitio, los llamé y colaboraron para convertir Tuenti en algo grande. Y cada una de las personas que ha entrado en la compañía ha tenido que hacer lo mismo. Cada uno de nosotros ha tenido que tirar de sus propias redes en busca de sus mejores contactos para ampliar el equipo Tuenti.
Hoy en día seguimos buscando a los mejores allí donde se encuentren y trayéndolos aquí. Mediante unas duras pruebas seleccionamos a gente talentosa, pero también proactiva, leal, humilde, con ganas de aprender y de hacer cosas nuevas.
Solo nunca llegarás tan lejos. Ni será tan divertido.
El equipo fundador de Tuenti:
- Zaryn Dentzel, fundador y CEO.
- Félix Ruiz, pieza clave del management, la comunicación y la expansión viral de Tuenti.
- Joaquín Ayuso, experto en tecnología.
- Adeyemi Ajao, «el amigo español de Mijas» de Zaryn, clave en el inicio.
- Antonio Robert, accionista que salió de la compañía en 2010.
- Kenny Bentley, el programador genial que hizo posible la primera versión.
- Rupert Van Millingen, emprendedor visionario.
2. Saber lo que haces bien y lo que no haces bien
Es conveniente saber lo que no haces bien, porqué ahí debes dirigir tus esfuerzos para mejorar. Lo que haces bien ya está resuelto. Hay que entender qué haces mal, y por qué y cómo lo haces mal.
Hay que enterarse de quién sabe hacerlo mejor, y cómo conseguir su ayuda.
En Tuenti, al crecer la empresa, las áreas de Ventas, Jurídico, Atención al Cliente o Finanzas cogieron más peso. Nosotros sabíamos gestionar el núcleo duro, la programación y la ingeniería, pero en el resto no éramos eficientes. Así que contratamos a los mejores en esos ámbitos.
Por ejemplo, en 2009 se fichó a Antonio Vigueras como CFO.
3. Buscar tu ventaja comparativa
Todo es mejorable. Si uno se fija en lo que ve alrededor, verá que es posible mejorarlo de alguna manera. Pero hay que tener en cuenta las posibilidades de éxito. Yo fui a un país (España) donde había estudiado, donde conocía el idioma y entendía a la gente, donde tengo amigos y donde había un mercado casi virgen para las redes sociales, y monté Tuenti, una red social que no existía.
Busqué mi oportunidad en el lugar donde podía tener éxito. Compite allí donde puedas ser el mejor en lo que haces.
4. Aprender siempre
Hay que ser humilde y tener siempre ganas de aprender. Yo he aprendido todo lo que sé haciendo cosas, creando Tuenti desde cero. Y todos los que estamos en la compañía hemos crecido muchísimo dentro de ella. Somos como una Universidad.
Por ejemplo Luke llegó a ser uno de los mejores programadores aprendiendo desde el principio dentro de Tuenti.
La mayoría de la gente de nuestro equipo de móvil tuvo que reciclarse y estudiar nuevas técnicas con nosotros. No nos interesan las personas que no quieran formarse.
Ahora que estamos tratando de crear la telecomunicaciones 2.0 con Tuenti Móvil estamos aprendiendo muchísimo acerca de este complejo sector sobre el que sabíamos muy poco.
Si aprendes así, haciendo, adquieres un conocimiento mucho más sólido. Y cuando no sepas algo o no lo entiendas, la solución es fácil: pregunta. Y tienes que hacer.
5. Priorizar
Hay que establecer prioridades. Es lo que define a alguien eficiente. Muchas veces el éxito lo determinará más lo que no haces, lo que descartas, que lo que haces.
Por eso es importante priorizar, elegir lo fundamental, lo necesario, y hacerlo. Lo que diferencia a un ganador es saber cuáles de las diez o cien cosas que puede hacer son las más importantes.
El que prioriza bien, el que sabe por dónde empezar, qué es urgente y qué puede esperar, es el que antes conseguirá sus objetivos.
En su momento en Tuenti supimos centrarnos en el etiquetado de las fotos, en ampliar las funcionalidades de la web, y en prescindir de proyectos como las aplicaciones locales o el vídeo, que nos costaron tiempo, talento y dinero.
Si tengo un lista de diez cosas que hacer y no tengo tiempo para todas, me centro en llevar a cabo las dos primeras.
6. Tomar decisiones
Es preciso hacer cosas, avanzar. Hay que tomar el máximo de decisiones posibles aunque te equivoques en muchas, sin que te paralice la indecisión ni el miedo.
De la experiencia fallida de Essembly, la red social política en la que participé antes de Tuenti, salió el propio Tuenti.
Cuantas más decisiones tomes, cuantas más cosas hagas, cuanto más resolutivo seas, más obtendrás a cambio. En el caso de que aciertes, éxito. En el que caso de que te equivoques, experiencia y aprendizaje para hacerlo mejor. Si no haces nada, te quedas con las manos vacías, sin una cosa ni otra.
Ser resolutivo tomando decisiones ayuda a que todo vaya más rápido. Si no tomas la decisión hoy, tendrás que tomarla mañana. Si tienes que tomar la decisión mañana, ya no podrás centrarte en otra tarea nueva. Y el tiempo es limitado.
Es mejor tomar una decisión errónea y rectificar, que no tomar ninguna.
7. Asumir responsabilidades
Todas las personas deben ser conscientes de sus responsabilidades. Hay que ser proactivo y resolver las cosas en tu área: si lo haces con criterio es como si fueras tu propio jefe. Nadie sabe mejor que tú en qué consiste tu tarea. Si eres eficiente, ningún superior se entrometerá en tu trabajo. Serás como tu propio jefe, y un experto en tu área.
Supervisar a la gente es una ineficiencia. Los jefes deben tener esto claro.
8. Sobrecomunicar
Sea con los socios, los clientes o los inversores, tiene que existir una comunicación fluida y sin medias tintas.
Hay que sobrecomunicar. Muchas veces los problemas que surgen en una empresa son cuestiones personales que sólo se solucionan comunicándose. Aunque parezca sencillo, es muy difícil.
Cuando éramos cuatro chavales trabajando en un piso en la Castellana, la comunicación era total. Cuando la empresa crece, puede haber problemas al poder perderse esa fluidez comunicativa.
Hay que practicar la sobrecomunicación, ser transparente, decir las cosas tanto hacia arriba como hacia abajo en la jerarquía de la empresa, sin miedo. Sobre todo en una compañía grande.
9. Tomar perspectiva
Cada persona ve los problemas desde un ángulo diferente. Tú has de adoptar la perspectiva lo más amplia posible y atacar los problemas desde varios frentes y a vista de pájaro.
Amplia tu perspectiva continuamente conociendo cosas y gente nueva, aprendiendo, escuchando, obteniendo una panorámica privilegiada del mundo y de tu negocio, lo que te dará una clara ventaja.
Cuanto más sepas, cuanto más hayas vivido, más perspectiva tomarás y más amplia será tu visión.
Zaryn Dentzel ha vivido en California, en Seattle en una caravana, en Cabeza del Buey (Extremadura), en Mijas, en Madrid; ha trabajado en la ONU, haciendo un proyecto en Namibia sobre pájaros que acabó convirtiéndose en una denuncia sobre la situación del SIDA en ese país, e hizo prácticas como abogado en Newport Beach. Todo ello le ha valido para tener una amplia perspectiva.
10. Todo está por hacer
Esta es mi idea más fuerte, podría decirse que mi lema. Es una actitud que he tenido desde niño, un pensamiento que me ha guiado siempre y que me ha llevado hasta aquí.
Tenemos que mirar al futuro y darnos cuenta de que nada está hecho, que hoy es cuando empieza todo lo que va a venir, que será mucho. Nunca podemos darnos por satisfechos con lo que hemos realizado, porque siempre nos quedará algo que mejorar, que inventar. Incluso en las redes sociales, donde muchos dicen que está todo inventado y que es imposible innovar. Falso: todo es mejorable, nada es perfecto.
Siempre nos quedará por hacer algo que nadie haya hecho hasta ahora. La historia nos enseña que nos queda mucho por hacer y mucho por cambiar. Esos cambios los van a llevar adelante los que entienden eso y siempre buscan la mejora.
Fuente: Blog de Carlos Blanco
Entrevista a Zaryn Dentzel
Fuente: «El futuro lo decides tú», Zaryn Dentzel