Este libro ha cambiado mi vida y mis finanzas personales. «La bolsa o la vida: cómo dejar de ser esclavo del dinero y mejorar la calidad de vida» de Joe Domínguez y Vicky Robin debería ser un libro de texto obligatorio en las escuelas. Gracias a él estoy saliendo de deudas y estoy convencido de que lograré la ansiada libertad financiera.
Formúlese las siguientes preguntas:
- ¿Tiene suficiente dinero’
- ¿Dedica el tiempo suficiente a su familia y amigos?
- Cuando regresa a casa después de trabajar, ¿se encuentra lleno de vitalidad?
- ¿Tiene tiempo para participar en actividades que cree que merecen la pena?
- Si perdiera el empleo, ¿lo vería como una oportunidad?
- ¿Está satisfecho con lo que ha aportado al mundo?
- ¿Se siente en paz con el dinero?
- Su empleo, ¿es un reflejo de sus valores?
- ¿Cuenta con ahorros suficientes para sobrevivir durante 6 meses sin reducir gastos?
- ¿Su vida es un todo integrado? ¿Existe coherencia entre su trabajo, gastos, relaciones y valores?
Se puede ver una entrevista con la autora Vicky Robin en:
http://www.youtube.com/watch?v=xkJTGIJlMFM
Los autores proponen 9 pasos para lograr la independencia financiera sin renunciar a nuestros sueños:
1) Hacer las paces con el pasado.
- ¿Cuánto dinero ha ganado en su vida? Haga el cálculo, se asombrará. Lo más probable es que cuando calcule la cantidad total (no se deje nada, ni las pagas de sus abuelos, si las hubo, ni el dinero obtenido por hacer «chapuzas», etc.), la cifra sea mucho, pero mucho mayor de lo imaginado. Algo habrá hecho bien para ganar tanto dinero, ¿no?
- ¿Qué ha obtenido a cambio? Propiedades, inversiones, etc. Elabore un balance personal completo de su activo (lo que posee) y de su pasivo (lo que debe).
2) Sitúese en el presente. Controle su energía vital. «El dinero es algo a cambio de lo cual decidimos entregar nuestra energía vital».
Una persona de 40 años puede esperar vivir unos 40 años más, que son 350.400 horas de energía vital antes de morir. Suponiendo que la mitad de ese tiempo se dedica a dormir, comer, asearse, y otras necesidades del cuerpo, quedan 175.200 horas para trabajar, relacionarse consigo mismo y con los otros, expresar su creatividad, colaborar con la comunidad, etc. Usted debe decidir a qué dedica cada una de esas 175.200 horas de energía vital, y a cambio de qué.
- ¿A qué precio está canjeando su energía vital? Calcule cuánto realmente gana por hora de trabajo, se asombrará. Debe determinar los costes reales, en tiempo y en dinero que hacen falta para mantener su empleo, y calcular lo que gana realmente por hora de trabajo. Puede utilizar la siguiente hoja de cálculo para realizar su cálculo personal:
- Controle cada euro que entra o sale de su vida. Para ello es necesario llevar un registro diario y minucioso de todo lo que ingresa y de todo lo que gasta.
3) La tabla mensual
- Compute sus gastos e ingresos en una tabla mensual. Al cabo de un mes de controlar los ingresos y gastos minuciosamente, dispone de una amplia información sobre su flujo monetario que le permite establecer las categorías de gastos específicas y propias de su vida, no las genéricas.
- Decida sus propias categorías y subcategorías de gastos e ingresos.
- Confeccione la tabla mensual apuntando todas las transacciones monetarias en la categoría-subcategoría correspondiente.
- Calcule el total de gastos para cada subcategoría.
- Sume los totales de ingresos y gastos de cada mes.
- Calcule el total de dinero en efectivo más el saldo de todas las cuentas bancarias, y compruebe si a final de mes cuadra la suma de dinero inicial + ingresos del mes – gastos del mes. Si hay alguna diferencia puede que haya algún gasto o ingreso que no haya computado. Irá mejorando su grado de precisión con el transcurso de los meses.
- Convierta la cantidad de dinero que ha gastado en cada subcategoría en horas de energía vital. Es decir, tomando el ejemplo de 6,4 €/hora anterior, si ha gastado 640 euros en una TV de plasma, ahora ese gasto se convertirá en 100 horas de su energía vital, ¿qué le parece?
4) ¿Cuánto es suficiente? Tres preguntas que le cambiarán la vida
- ¿He recibido satisfacciones, recompensas y valores proporcionales a la energía que he gastado? Examine cada subcategoría de gasto y si la energía vital empleada en ella (convirtiendo los euros de gasto en horas de energía vital) le ha producido tanta satisfacción que incluso quisiera aumentar el gasto en esa subcategoría, marque ese gasto con un signo +, si le ha producido poca o ninguna satisfacción, marque con un signo -, y si está bien como está marque con un cero.
- Este gasto de energía vital, ¿concuerda con mis valores y el propósito que tengo en la vida? Examine cada subcategoría de gasto y si la energía vital empleada en ella concuerda con sus valores y objetivos en la vida, marque ese gasto con un signo +, si no concuerda, marque con un signo -, y si está bien como está marque con un cero.
- ¿De qué forma cambiarían estos gastos si no tuviera que trabajar para vivir? Marque con un signo + los gastos que cree aumentarían, con un signo – los que disminuirían, y con un cero los que quedarían iguales.
Realizado lo anterior, debe revisar todas las subcategorías de gasto que tengan un signo – «menos» en cualquiera de las 3 preguntas, y tomar las decisiones oportunas.
A continuación se muestra un ejemplo aplicado sólo a la categoría de gastos de transporte y sus subcategorías.
5) Comprobar los progresos. Hacer visible la energía vital.
Elabore y mantenga al día una gráfica con la evolución mensual de sus ingresos y gastos. La gráfica, que conviene que tenga a la vista periódicamente, le servirá para:
- Recordar su intención de cambiar sus hábitos de gasto.
- Retroalimentación. Le indica claramente cómo va y cómo avanza hacia sus objetivos.
- Inspiración e incentivo para seguir adelante.
- Motivación y estímulo cuando cunde el desaliento.
- Coloca su integridad en un sitio bien visible.
- Le sugiere constantemente que aproveche su energía vital.
- Le ayuda a conseguir un apoyo permanente.
6) Aproveche y valore su energía vital gastando lo menos posible
Reduzca el total de sus gastos mensuales mediante una valoración de su energía vital, y siendo más consciente de lo que gasta.
Algunos consejos útiles para gastar menos:
- Evite ir de compras.
- Viva dentro de sus posibilidades.
- Cuide lo que ya tiene.
- Espere hasta que se gaste.
- Hágalo usted mismo.
- Prevea sus compras con anticipación.
- Compare antes de comprar.
- Consígalo más barato.
- Compre productos usados.
- Siga los nueve pasos explicados en este libro.
7) Aproveche y valore su energía vital ingresando lo más posible
Analice los ingresos que obtiene actualmente. ¿Puede elevarlos de alguna forma?
Redefina su trabajo. Intente obtener trabajos con los ingresos más altos posibles, siempre que concuerden con su salud, valores, e integridad.
8) El punto de equilibrio: el tesoro al final de la gráfica
Todos los meses calcule los ingresos que se deriven de inversiones, según la fórmula:
(capital acumulado x tipo interés largo plazo) / 12 meses =ingresos mensuales derivados de inversiones
En su gráfica de ingresos y gastos, dibuje una nueva línea que represente los ingresos reales procedentes de inversiones. Cuando esta línea se cruce con la de gastos totales mensuales (punto de equilibrio) habrá logrado la independencia financiera, ya que podrá vivir únicamente de los ingresos mensuales no dependientes del trabajo (ingresos pasivos). Puede proyectar las tendencias de las líneas de gastos e ingresos derivados de inversiones para calcular cuándo llegará a ese punto de equilibrio de libertad financiera.
9) Conseguida la libertad financiera, ¿qué piensa hacer con ella?
Los criterios básicos para invertir su capital, según los autores, son:
- Su capital debe producir ingresos.
- Su capital debe estar absolutamente seguro.
- Debe tener una liquidez absoluta.
- Su inversión no debe soportar gastos de gestión, rescate, promoción o distribución.
- Sus ingresos deben ser seguros y no fluctuar.
- Sus ingresos deben ser pagaderos en efectivo a intervalos regulares.
- Sus ingresos no deben disminuir por comisiones ni gastos de gestión, reembolso, etc.
- La inversión debe producir ingresos regulares, fijos y conocidos sin necesidad de más participación ni gastos por su parte. No debe requerir ni mantenimiento ni gestión, ni presencia geográfica, ni atención por causa de fuerza mayor.
Más información sobre el libro en:
Fuente: Joe Domínguez y Vicky Robin – «La bolsa o la vida: cómo dejar de ser esclavo del dinero y mejorar la calidad de vida»