Louis Ferrante, ex-mafioso del clan Gambino, nos explica qué prácticas de la mafia se pueden utilizar en los negocios (legales).Ferrante cumplió una condena de 8 años y medio de prisión después de negarse a delatar a otros miembros del clan Gambino.
En prisión descubrió los libros y la lectura, e inicio un proceso de autoformación y regeneración que le llevó a contar su experiencia y a convertirse en consultor de negocios.
Actualmente da conferencias a adolescentes con riesgo de convertirse en delincuentes, y a audiencias de ámbito empresarial, con las que comparte sus experiencias.
A continuación resumo algunas de las «lecciones» de la «escuela de la mafia» aplicables, según el autor, a la gestión empresarial:
- «La vida que había llevado, que a menudo lamentaba, fue también la vida que me enseñó a defenderme de los depredadores, olfatear a los fantasmas y ser más astuto que una serpiente. Fue una vida que me enseñó a ser independiente, a pensar a lo grande, a creer en mí mismo. En la mafia aprendí a tomar la iniciativa, a tener nuevas ideas y a ponerlas en práctica. Aprendí a comunicarme con las personas. Organicé tratos entre doctores, abogados, banqueros y agentes de bolsa. Al haber tratado con muchas y variadas personas en mi pasado, me podía codear tanto con la sociedad educada como con la gente de los «guetos». Podía pegársela a un gorrón o establecer una alianza con un banquero; podía hablar con cualquiera. También desarrollé una habilidad especial para superar los obstáculos. A veces los apartaba de mi lado, otras me abría camino entre ellos. La Mafia consigue a menudo lo que quiere utilizando a sus matones, pero muchas veces consiguen sus fines entablando una relación amistosa con alguien, congraciándose con él, y pidiendo sencillamente lo que quieren».
- Lecciones para un soldado (empleado):
- Haga lo que le gusta y no trabajará ni un solo día en su vida. Si usted se ve trabajando a altas horas de la noche sin que nadie le pague, entonces ha encontrado algo que le gusta hacer. Hasta que no sea así, siga buscando.
- El mafioso no toma notas: agudice su memoria.
- Guarde un alijo en el «banco de los favores»; nunca se sabe cuándo necesitará retirar los fondos.
- Aprender a base de golpes: cuando se aprende a base de golpes se cometen muchos errores, y se aprende de ellos.
- ¿Está pinchado su teléfono? Tenga cuidado con lo que dice todos los días.
- En la actualidad sólo se tarda minutos en encontrar datos de alguien en internet. Si tiene algún amigo o conocido mutuo, infórmese, puede conocer sus gustos e intereses, lo que le puede ayudar a iniciar una relación o facilitarla antes de que se inicie. No sea vago. Haga sus deberes. Infórmese.
- Lecciones para un capo (mando intermedio):
- Imagine un mundo en el que la gente se reuniese para discutir los problemas y se levantasen de la mesa con una decisión y solución ese mismo día. Ese es el mundo de la Mafia. La Mafia sabe que las disputas entorpecen el crecimiento, y que pequeños problemas pueden convertirse en grandes y graves. Apresúrese a arbitrar entre los trabajadores. Haga que las personas hablen de sus diferencias. Solucione los problemas antes de que se le vayan de las manos y asegúrese de aconsejar y decidir justa y honestamente.
- Transforme sus enemigos en amigos.
- Nunca avergüence a nadie en público. Si alguien mete la pata, corríjalo en privado.
- Un gerente debe evaluar el potencial de sus empleados y luego sacarlos de su zona de confort. Confíeles algo que sea más importante de lo que normalmente son responsables.
- Actúe rápido y con decisión. Tomar una decisión equivocada es mejor que no tomar ninguna. La competencia no espera.
- Muchas personas esperan que se hagan las cosas de una cierta manera, pero cada cual tiene la suya. Deje que lo hagan a su gusto. Mientras hagan bien su trabajo, lo demás no es cosa suya.
- No confíe en las palabras si el lenguaje corporal le dice algo muy distinto.
- Lecciones para un don (jefe):
- Controle su ambición. Dirigir un imperio, una familia de la Mafia o una empresa es como conducir un coche. Hay que saber cuándo acelerar y cuándo frenar.
- ¿Cuántas veces en la vida un amigo te ha pedido algo que no quieres hacer, pero no sabes cómo decir que no? A veces se debe decir que no.
- La Mafia gasta muy poco en material de oficina. Reduzca gastos generales.
- Contrate a la persona más adecuada sin importar su raza, credo u orientación sexual.
- Tenga compasión por los que no tienen nada. Cuando se es generoso, esa generosidad se nos devuelve multiplicada por diez.
- Salga de su despacho, conozca a la gente, visite los almacenes, la sala de transporte, la cadena de montaje. Estreche la mano de los cajeros, de los camioneros. Póngase unos vaqueros y ensúciese las manos. Si quiere competir con empresas que tienen un jefe sobre el terreno, sea uno de ellos.
- Nunca infravalore a un adversario, a un competidor.
- Mantenga una reserva con dinero en efectivo. Sobrevivirá a las crisis.
Si lo desea puede visualizar a continuación una entrevista con el autor.
Se puede obtener más información sobre este libro en:
Fuente: Louis Ferrante – Aprenda de la mafia.