Alberto Vázquez-Figueroa ha escrito un libro doblemente revolucionario, «El mar en llamas».
Libro doblemente revolucionario
Este libro es doblemente revolucionario por estos motivos:
- Por su argumento, que revela el peligro que significa para generaciones futuras el hecho de que se esté extrayendo petróleo a diez mil metros bajo el mar y bajo el fondo marino. Probablemente las técnicas de perforación aún no tienen la madurez para hacerlo con seguridad, y así lo demuestra el reciente incendio en una plataforma petrolífera en el golfo de México, que ha provocado la mayor catástrofe medioambiental que se recuerda.
- Por ser el primer libro impreso de una forma más sencilla, más cómoda, más práctica y menos costosa sin necesidad de reducir el tamaño, el formato, o el tipo de papel o de letra, ahorrando la tercera parte de ese papel, y el peso y los costes de envío y almacenamiento. Ello evita que se tenga que cortar la tercera parte de los árboles destinados a producir pasta de papel, y eso redundará de forma muy importante en la preservación de bosques en el mundo, lo cual constituye una realidad palpable en defensa de la naturaleza. También reducirá de manera esencial el peso que se ven obligados a soportar los escolares.
Frases que me han llamado la atención
Hago una selección de las frases del libro que más me han llamado la atención.
- «Cuando no tengas nada que decir, no digas nada», referido al famoso «bloqueo del escritor», que le impide escribir con fluidez.
- «Recuerdos y remordimientos son lo único que el ser humano se lleva a la tumba».
- «Mi primera mujer me abandonó alegando que le había ocultado una aventura extramatrimonial, y la segunda porque no se lo oculté», afirma el escritor-investigador protagonista del libro, Asdrúbal Valladares.
- «Muchos hombres intentaban hacer cosas importantes con la idea de escribir un libro, mientras que él había escrito una treintena de libros con la intención de hacer algo importante algún día. Ambas fórmulas solían acabar en sonoros fracasos.»
Basado en un hecho real
Este libro está basado en el hecho real del desastre ecológico de la plataforma petrolera que estalló y se hundió en el Golfo de México en abril de 2010.
Noticia de la agenda Reuters
La noticia de la agencia Reuters del 22/04/2010 decía textualmente lo siguiente:
«La plataforma petrolera que sufrió una explosión en el Golfo de México la noche del martes al miércoles y estaba en llamas se hundió este jueves, informó la Guardia Costera.
El accidente se produjo durante la noche del martes frente a la costa de Luisiana, a unos 75 kilómetros de la localidad de Venice, y la Guardia Costera sigue buscando a 11 de los 126 trabajadores que estaban en la plataforma en el momento de la explosión.
La explosión causó una enorme columna de fuego y humo que los servicios de emergencia todavía no consiguen apagar.
La plataforma estaba derramando 42.000 litros de petróleo pero el fuego y el humo impedía a los servicios de emergencia enviar los equipos necesarios para taponar el escape.
Ahora que la plataforma se hundió los equipos tratan de contener el petróleo derramado.
Según la Guardia Costera, de los 126 empleados que trabajaban en la plataforma, a parte de los 11 dados por desaparecidos, 98 fueron llevados a tierra en buenas condiciones y el resto fueron tratados por heridas de diferente gravedad en centros hospitalarios.
El motivo de la explosión todavía se desconoce y está siendo investigado.
La plataforma «Deepwater Horizon» pertenece a la empresa con sede en Suiza Transocean Ltd y extraía petróleo para la British Petroleum (BP).
«Deepwater Horizon» tenía una superficie de 132 metros de largo por 85 de ancho y podía perforar a una profundidad de más de ocho kilómetros.»
Derrame de petróleo desde el fondo marino
El incontrolado derrame de petróleo -mezclado con una pequeña parte de metano-, provocado por la dificultad de sellar varias fugas en las tuberías del fondo marino, amenaza el hábitat de cientos de especies marinas y de aves.
Las cifras del derrame son dispares, dependiendo de las fuentes estarían entre las 680 y las 11.600toneladas diarias (1 barril de crudo estadounidense tiene 158,987 litros y su peso está entre los 119 y 151kg). Desde el inicio del derrame hasta el 15 de junio de 2010 (55 días) las cifras del derrame acumuladas alcanzarían los 228.000 toneladas. Si la fuga continúa con cifras tan negativas -alrededor de 60.000 barrilesdiarios (más de 9,5 millones de litros diarios) podría convertirse en uno de los mayores derrames de petróleo siendo el 15 de junio de 2010 al menos seis veces superior al del Exxon Valdez.
Varios intentos de sellar la tubería del pozo que producía el derrame fracasaron -campana de hierro e inyección de lodo pesado y cemento-, el último, mediante inyección de lodo y cemento o top kill, el 27 de mayo de 2010. El 13 de julio de 2010 British Petroleum colocó una nueva campana con la pretensión de acabar con la fuga incontrolada cerrando las válvulas progresivamente, para detener el escape, pero si se necesita canalizando el petróleo a barcos en la superficie.
Vertido de petróleo en el golfo de México.
El 15 de julio de 2010 las cifras mínimas del derrame podrían alcanzar las 298.000 toneladas y las máximas unas 594.000 tonelas (de 3.300.000 a 5.200.000 barriles). El 15 de julio de 2010 la empresa British Petroleum asegura que aunque la nueva campana tiene éxito eso no significa que la fuga se vaya a detener de manera definitiva.
Según datos de los Estados Unidos el pozo de BP vertió 780 millones de litros, según la investigación e de la revista Sciencia, el volumen final de crudo vertido al golfo asciende a unos 700 millones de litros, con un margen de error del 20%. Es decir, unos 8,9 millones de litros al día.
Fuente: Wikipedia
Daños al ecosistema
Debido a la posición de la plataforma en el golfo de México, compartido por Estados Unidos, Cuba y el propio México, el daño puede extenderse por una zona extremadamente amplia. Las primeras afectaciones ocasionadas por el derrame se localizaron en las marismas de la desembocadura y el delta delMississippi, con la aparición de tortugas, delfines y varias especies de aves marinas muertas o atontadas. Los perjuicios al negocio de la pesca y el camarón en el área de Luisiana se estiman en cifras millonarias. Los frágiles ecosistemas de pantanos, con una variada población animal y vegetal se ven perjudicados, especies como el manatí, son las más afectadas. Los daños previstos al sector turístico de playas de Florida y Cuba, son también considerables.
La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) determinó que los químicos diluyentes usados por British Petroleum (BP) (2,5 millones de litros del dispersante Corexit fueron vertidos durante el primer mes), no son seguros para la fauna marina, ya que pueden bioacumularse en los tejidos de los organismos. El vertido del golfo de México afectó a más de 944 kilómetros de litoral. Los estados más afectados fueron Luisiana (540 km. de litoral), Misisipi (180 km.), Florida (114 km.) y Alabama (110 km.).
Un estudio publicado en Science concluye que la desaparación de la marea negra es más lenta de lo esperado, encontrándose bajo la superficie, lo que podría suponer un grave riesgo para la fauna marina.
Fuente: Wikipedia
El vertido de la ‘Deepwater Horizon’ dañó los corales del golfo de México
Según noticia publicada en El País el 27 de marzo de 2012, los investigadores, con la ayuda de submarinos, han constatado los efectos del crudo de la plataforma en los tejidos de las colonias coralinas de aguas profundas.
Seis meses después del accidente, en abril de 2010, de la plataforma petrolífera Deepwater Horizon, que generó un vertido masivo de crudo en el Golfo De México, un grupo de científicos de varias instituciones estadounidenses realizaron una campaña oceanográfica para investigar los efectos del desastre en la vida marina de la región. Se centraron en las comunidades de las aguas profundas, especies que viven a 1.300 metros de la superficie, como las colonias coralinas. Gracias a robots submarinos pudieron explorar una zona relativamente ámplia.
En las colonias situadas a unos 20 kilómetros de la plataforma, los corales no mostraban daños, pero en los que estaban a unos 11 kilómetros estaban cubiertos de una sustancia marrón y se apreciaban daños en los tejidos. En la primera campaña, en octubre de 2010, los científicos no pudieron asociar claramente el origen de dicha sustancia densa con el vertido de la Deepwater Horizon, pero en una expedición posterior, en diciembre de ese mismo año, hicieron análisis en los corales e identificaron la firma del crudo vertido en el accidente. Helen White (Haverford College, Pensilvania) y sus colegas presentan los resultados de estas investigaciones en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias (EE UU).
“Las comunidades biológicas en las profundidades del golfo de México están separadas de la actividad humana en la superficie por más de un kilómetro de agua y no esperábamos que los corales de profundidad estuvieran afectadas por el típico vertido de crudo”, explica White en un comunicado de la Fundación Nacional de la Ciencia (NSF) estadounidense. “Pero, dada la naturaleza sin precedentes de aquel vertido, sus efectos tienen mayor alcance que los pequeños que se producen en la superficie”.
La investigación, integrada en un proyecto de la Agencia Nacional del Océano y la Atmósfera (NOAA) y de la Oficina de Gestión de Energía Oceánica, utilizó el submarino operado por control remoto Jason II, con el que se realizaron inspecciones en nueve lugares a distancias superiores a 20 kilómetros de la plataforma accidentada y en puntos más cercanos a la misma. Los científicos encontraron comunidades dañadas a 11 kilómetros del vertido, en dirección suroeste. “En cuanto el submarino se acercó a la comunidad de corales suficientemente como para tener una buena visión, resultó obvio que algo estaba mal: era todo demasiado blanco y marrón, y los corales y las estrellas de mar no mostraban la suficiente coloración”, explica Charles Fischer (Universidad Penn State).
En diciembre de 2010, los científicos hicieron otra expedición en la zona utilizando el vehículo submarino autónomo Sentry, para cartografiar y fotografiar el fondo marino, así como el Alvin, con capacidad en el descenso para el piloto y dos científicos. Además, con este submarino pudieron tomar muestras de los corales y los sedimentos.
Dado que el crudo puede manar de las grietas del fondo marino en la región, era difícil determinar la fuente del petróleo en las muestras coralinas. Pero gracias a la técnica denominada cromatografía de gases, que separa los compuestos del petróleo por su peso molecular, los científicos han logrado identificar la huella del crudo de la Deepwater Horizon.
Entrevista con Alberto Vázquez-Figueroa
Fuente: Alberto Vázquez-Figueroa – «El mar en llamas».