Howard E. Wasdin nos cuenta su vida en «Seal Team Six. Memorias de un francotirador de las fuerzas especiales».
Cada año se presentan un millar de aspirantes a ingresar en las filas de los Navy Seals norteamericanos, de los que sólo unos 200 son admitidos. Tras años de un duro entrenamiento, un pequeño número de los mejores se integrarán en el “Seal Team Six”, el cuerpo secreto de élite creado en 1980, tras el fracaso del rescate de los rehenes estadounidenses en Irán.
Una máquina humana de matar que ha protagonizado una impresionante serie de actuaciones, mantenidas generalmente en secreto, que culminaron en la muerte de Osama bin Laden. Este libro nos cuenta la historia de uno de sus miembros: un niño maltratado por su padrastro, que, sin dinero para seguir estudiando, escogió la dura vida de los Seals y se convirtió en uno de los elegidos que combatieron en Irak o en Somalia, a costa de sufrir graves lesiones y arruinar su vida familiar.
Del libro destaco los siguientes fragmentos y situaciones, que pueden tomarse como lecciones para nuestra vida profesional y personal:
Lección 1: Preparación
«Cuanto más sudéis en tiempo de paz, menos sangraréis en la guerra», que puede traducirse por preparación, entrenamiento, investigación antes de cualquier actividad, reunión, etc.
Como dijo en una ocasión el general Patton, «la preparación exhaustiva genera su propia suerte.»
Lección 2: Motivación y exigencia
«No me importa lo que podéis hacer sólo algunas veces. Quiero saber lo que podéis hacer en cualquier momento y en cualquier lugar bajo cualquier condición» (General William F. Garrison). Es decir, no basta con hacer las cosas «medianamente bien», o con fallar ocasionalmente. Cuando te juegas la vida, debes estar seguro de que no fallarás, sean cuales sean las circunstancias. Este espíritu de «entrenamiento extremo» puede aplicarse para conseguir mejores productos y servicios, para trabajar mejor y para vender más.
Ello me recuerda la anécdota que figura en la biografía de Steve Jobs, de Walter Isaacson, en la que se narra cómo un día de 1982 Jobs entró en el cubículo de Larry Kenyon, el ingeniero que trabajaba en el sistema operativo del Macintosh, y se quejó de que aquello tardaba demasiado en arrancar. Kenyon le explicó la situación, pero Jobs le cortó en seco: «Si con ello pudieras salvarle la vida a una persona, ¿encontrarías otra forma de acortar en diez segundos el tiempo de arranque?», le preguntó. Kenyon le concedió que posiblemente podría.
Jobs se fue a una pizarra y le mostro que si había cinco millones de personas utilizando el Mac y tardaban 10 segundos de más en arrancar el ordenador todos los días, aquello sumaba unos 300 millones de horas anuales que la gente podría ahorrarse, lo que equivalía a salvar 100 vidas al año. Larry Kenyon quedó impresionado y unas semanas más tarde se presentó con un sistema operativo que arrancaba 28 segundos más rápido.
Lección 3: Perseverancia
«No renuncies si piensas que tienes razón» (frase de la madre de Howard Wasdin). A veces es necesario ser un poco testarudo y perseverante para conseguir objetivos profesionales y empresariales. Aquí tenemos algunos ejemplos:
- Woody Allen: Guionista premiado por la Academia, producir, director, actor, no logró aprobar en producción cinematográfica ni en inglés en la Universidad de Nueva York.
- Malcolm Forbes, editor en jefe de la revista FORBES, una de las principales publicaciones del mundo, no logró integrar el equipo de THE PRINCETONIAN, el periódico de la Universidad de Princeton.
- León Uris, autor, erudito y filósofo, reprobado en inglés tres veces en la escuela secundaria. «Me alegro de que el inglés no tenga nada que ver con la literatura», dijo.
- Liv Ullman: dos veces nominada por la Academia como mejor actriz, fracasó en la prueba para integrar la Escuela de Teatro de Norwaly… los profesores dijeron que no tenía talento.
- Albert Einstein: físico y premio Nóbel, reprobó sus exámenes de ingreso en la Universidad y era un mal estudiante en matemáticas.
Lección 4: Excelencia
En el entrenamiento de los BUD/S (Demolición Submarina Básica/SEAL) lo peor es la denominada «Semana del Infierno», que en palabras de Wasdin es lo mejor en «entrena a los mejores, deshazte del resto». En la empresa también debemos seleccionar los mejores productos, procedimientos, prácticas y personas, para llegar a la excelencia.
Lección 5: Optimismo
«El convencimiento de un SEAL en llevar a cabo la misión transciende el miedo o los obstáculos físicos que amenazan con hacerle fracasar. A menudo pensamos que somos indestructibles. siempre optimistas, incluso cuando nos superan en número y armamento, seguimos pensando que tenemos una oportunidad de salir vivos.»
Durante la batalla de Mogadiscio, 18 estadounidenses murieron y 84 fueron heridos, entre ellos Howard Wasdin. 180 soldados lucharon contra cerca de 3.000 milicianos de Aidid y combatientes civiles. Miles de miembros del clan Aidid fueron muertos y otro tanto heridos. Se capturaron a los principales cabecillas, y el resto huyeron.
Qué importante es el optimismo, tanto en la vida empresarial como en la personal. Una persona optimista irradia energía y acaba consiguiendo mucho más. A nadie le gusta estar cerca de una persona pesimista.
Lección 6: Ejemplo
En palabras de Wasdin: «Como casi el 50 por ciento de los oficiales del SEAL, un porcentaje extremadamente alto en el Ejército, Burt (comandante de pelotón de Wasdin) había sido un recluta antes de convertirse en oficial – lo que llamamos un mustang -, y tal vez fuera por eso por lo que me gustaba tanto. Nunca nos pedía que hiciéramos nada que no hiciera él también.»
El ejemplo, tanto en el ejército, como en una empresa, como en casa, genera respeto y confianza.
Lección 7: Humildad
Wasdin comenta: «Nosotros no éramos seguidores de la escuela de protocolo de Dick Marcinko consistente en ser arrogantes y granjearse la antipatía de la gente. Marcinko había creado el Team Six, pasó un tiempo en la cárcel por fraude, escribió su autobiografía, titulada «Rogue Warrior» («El guerrero solitario») e hizo un videojuego. Aunque respeto que creara el Team six, Marcinko nos dio mala reputación al no respetar a aquellos que no eran SEAL, y tampoco a los SEAL que no eran de su camarilla. Si me encontrara a Marcinko por la calle, y me dijera que todo era mejor cuando él era el comandante en jefe le diría que se fuera a jugar a sus videojuegos y a echar algo más de humo a su culo.»
Las personas más brillantes suelen ser a la vez suficientemente humildes para respetar a los demás, salvo excepciones.
Lección 8: Generosidad
Según Wasdin, «En Irak hicimos 14 prisioneros. Quizá les podría haber descerrajado un tiro en cada uno de los cráneos y fanfarronear sobre cuántas muertes confirmadas tenía en mi haber. Algunos tienen ese concepto de los SEAL como máquinas de matar descerebradas e iracundas. No lo suscribo. La mayoría de los SEAL saben que si puedes llevar a cabo una operación sin pérdidas humanas, es una operación estupenda. Al ver a esos catorce hombres me di cuenta de que no eran malos tipos. eran seres humanos como yo. Les di comida y les llevé a un lugar más seguro. No les maté.»
Practica dar antes que recibir. Sé generoso. Funciona, tanto en la empresa como en la vida.
Lección 9: Flexibilidad
«Cuando vestíamos uniforme no llevábamos insignias con los nombres o con la graduación. el rango significaba menos para nosotros que para los rangers o los militares convencionales. En el Team a menudo seguíamos a los líderes por la reputación que se habían ganado o por una determinada habilidad que tenían. A diferencia de los militares convencionales, nuestros alistados solían llamar a los oficiales por sus nombres o apodos.
Tampoco nos adheríamos a la mentalidad militar robótica de liderazgo de arriba a abajo. Sólo porque alguien supere a otro en rango en los Teams no significa que lidere nada – más allá del papel-. Adaptábamos nuestras armas y tácticas al entorno y situaciones cambiantes. Sabía que podía superar los desafíos de un entorno confuso. Nada ocurre nunca según lo planeado. Incluso con el mejor de los planes, cuando las balas comienzan a volar, el plan cambia.»
Una organización flexible es capaz de cambiar y evolucionar, renovando su éxito.
Lección 10: Valentía
La mención de la concesión de medallas a Wasdin por su valor en la batalla de Mogadiscio dice textualmente:
«El presidente de los Estados Unidos se complace en otorgar la medalla Estrella de Plata al técnico de mantenimiento de buques de primera clase Howard E. Wasdin, de la Marina de los Estados Unidos, por los servicios descritos en la siguiente mención: por el valor y la intrepidez conspicua en acción contra una fuerza hostil durante la operación UNOSOM II en Mogadiscio, Somalia, el 3 y 4 de octubre de 1993.
El suboficial Wasdin era miembro de un equipo de seguridad en apoyo de una fuerza de asalto que realizó una incursión de asalto aérea en un complejo enemigo y capturó con éxito a dos oficiales claves de la milicia enemiga y a otros veintidós.
Al recibir fuego de armas pequeñas desde numerosos callejones, el suboficial Wasdin se colocó en una posición de disparo y devolvió el fuego. Cuando atacó el callejón con miembros de su unidad, fue herido en la pantorrilla. tras recibir atención médica durante el combate, continuó con sus obligaciones y siguió eliminando el fuego enemigo. Cuando su convoy salió de la zona con los detenidos, sus elementos recibieron fuego enemigo fulminante.
El suboficial Wasdin, junto al equipo de seguridad, se detuvo para suprimir el fuego enemigo que había atrapado la fuerza de bloqueo Ranger. Aunque herido por dos veces continuó proporcionando seguridad y enfrentándose a una fuerza enemiga superior desde su vehículo.
Más tarde, tratando de suprimir el fuego enemigo, durante un intento de concentración para evacuar el área del derribo del helicóptero, el suboficial Wasdin fue herido por tercera vez. Sus valerosos esfuerzos inspiraron a los miembros de su equipo así como a toda la fuerza. Por su soberbia iniciativa, acción valerosa, y completa dedicación a su deber, el suboficial Wasdin demostró un gran mérito propio y mantuvo la máxima tradición de la Marina de los Estados Unidos.»
Wasdin estuvo a punto de perder una pierna, y de no poder volver a caminar, pero, contra pronóstico, se recuperó totalmente gracias a su tesón.
Sin la suficiente valentía para tomar decisiones difíciles, las empresas no avanzan.
Autores
Howard E. Wasdin se graduó en BUD/S (Demolición Submarina Básica/SEAL) con la clase 143. Después de la Batalla de Mogadiscio, donde fue galardonado con la Estrella de Plata, se retiró por motivos médicos de la Armada en noviembre de 1995, después de 12 años de servicio. Fue capaz de abatir a un miliciano somalí de un disparo a 773 metros cuando iba a disparar con un lanzagranadas a los helicópteros de los compañeros de Wasdin.
Actualmente vive en Georgia, y ha reconvertido su carrera a quiropráctico.
Stephen Templin completó la Semana del infierno, fue calificado como experto en pistola y rifle, e hizo explosiones en el entrenamiento BUD / S. Hoy en día es profesor asociado en la Universidad de Meio, en Okinawa, Japón.
Se puede ver un video del autor en:
Fuente: Howard E. Wasdin y Stephen Templin – «Seal Team Six. Memorias de un francotirador de las fuerzas especiales».